jueves, 7 de abril de 2011

Corregio


Virgen de San Giorgio.
La obra madura del Correggio está impregnada de influencias de Mantegna Leonardo, a las que incorpora también las de Miguel Ángel y Rafael. Así consigue crear un estilo particular destacable por la gracia y elegancia de sus figuras, inmersas en unas sensacionales atmósferas que diluyen sus contornos. El movimiento que manifiesta en todas sus obras es un claro preludio del Barroco, que enlaza con el Manierismo imperante en la segunda mitad del siglo XVI. Estas características se aprecian claramente en esta tabla de altar protagonizada por la Virgen María rodeada de santos, dentro del tradicional esquema de la "Sacra Conversazione". San Juan Bautista y san Jorge de donde toma nombre el cuadro- se ubican en primer plano y dirigen su mirada al espectador mientras los otros dos santos dialogan con la Virgen y el Niño Jesús. La escena se desarrolla ante un paisaje que se observa gracias al arco de medio punto que cierra la composición, con sugerentes guirnaldas y angelotes que sujetan la estructura. En primer plano se repiten esos angelitos, que dan mayor dinamismo a la escena. La suavidad y dulzura de las figuras y el vivo colorido empleado son notas dominantes en la obra de Correggio, uno de los grandes genios del tardío Renacimiento.

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